domingo, 12 de marzo de 2017

Travesía de la lectura




Travesía de la lectura es un análisis a este increíble mundo, es la acumulación de pretextos y causas que nos han llevado a el maravillosos episodio de inmiscuirnos en mundos paralelos, en historias absurdas y en realidades aún no conocidas. Este concepto esta inspirado en las entrevistas y conferencias del escritor, periodista y sociólogo mexicano Juan Villoro, quien me atrevería a decir, es uno de los genios literarios de habla hispana de los últimos años, Villoro con su audacia e increíble forma de realizar analogías, usa las palabras perfectas para hacernos comprender, de que forma llegamos aquí, por mi parte quise contrastarlo y enriquecerlo con mi experiencia como lector. espero este escueto análisis ayude a dar razón a muchos de nuestros baches como lectores.
A través de los año pude identificar que la primera sensación que nos lleva a leer es la tan molesta y continua insatisfacción, la cual puede venir de una dificultad o inconformidad con nuestro entorno, es ese sentimiento de vacío que experimentamos con una frustración o desencanto personal, como afirma Juan Villoro, el mundo no resulta incompleto, es ello, lo que nos lleva a refugiarnos en diferentes cosas y que mas apacible que perderse en otros mundo, que albergarnos en nuevas realidades y vivir una aventura al lado de personaje creados en nuestra imaginación, esos que solo están descritos y nosotros les damos vida, diria Villoro les damos alma, un hálito de vida.
Sin embargo esta frustración también puede venir, como lo vemos en el infograma, de una experiencia de lectura fallida, de un desencanto con alguna obra literaria, que nos lleva nuevamente a ese sentimiento de frustración y desencanto, volviendo a posicionarnos en ese primer episodio de inconformidad.
Siguiendo con esta travesía nos encontramos con la que se vuele la excusa a lo largo de nuestra vida lectora: la necesidad, es evidente que luego de sentir ese vacío entre nosotros tenemos la obligación de rellenarlo, de encontrar algo que nos haga sentir que ese sentimiento de frustración ya no existe o por lo menos no de la misma magnitud, sin embargo, a través de los años ya no percibimos esta sensación, eso no quiere decir que no exista, simplemente, no somos conscientes de ello, nos acostumbramos a tener en nuestro librero un nuevo compañero (libro) para cada experiencia, de cierta forma empezamos a actuar por instinto o nos dejamos llevar por nuestra lista de prioridades al mejor estilo Goodreads.
La siguiente es una etapa para disfrutar, me recuerda que me faltaran años de vida para poder leer todo lo que quiero, y es la que Villoro en su conferencia en la biblioteca  México ante cientos de bibliotecarios llama la democracia del gusto, es esa característica que demuestra la nobleza de la lectura y nos da el libre albedrío de escoger que es lo que queremos leer, cual es el mundo en que necesitamos perdernos. Cuando el sociólogo mexicano hace acotación a esta característica, de desplaza por la creencia popular de los buenos y malos libros y asegura que la mayoría de lectores se inmiscuyó en este mundo gracias a un libro que popularmente se puede considerar malo, he de aclarar que estoy totalmente de acuerdo con el escritor, y que definitivamente todo nuestro recorrido literario no debe ser a punta de "lecturas de culto", este tema es bastante polémico y extenso, de seguro me tomaré el tiempo para él en otra entrada ( si te interesa, no olvides comentar).
Debo admitir que se pierde un poco lo increíble de esta etapa, cuando tenemos un centenar de opciones en nuestro librero o en la librería, y me dejaran de mentir si no les da esa sensación de querer leerlos todos, de comprarlos todos, pero bueno al parecer cada libro llega en el momento indicado en esta travesía, este sentimiento es mas frustraste cuando tienes una pila de libros para leer en el escritorio y los deberes académicos te impiden avanzar.
La cuarta estación es quizá la mas determinante, y es la experiencia, es donde todo lo que hicimos antes cobra valor, es la etapa de vivir el enamoramiento y como tal, es una experiencia personal, íntima y única, a veces pretendemos que el otro viva la experiencia de la misma forma y es realmente imposible, si bien algunos libros coincidirán en una experiencia similar, la cantidad de aspectos que atraviesan el instante de la lectura nunca van a ser iguales, la forma como nos imaginamos los personajes, los escenarios, las voces, incluso las condiciones en las que leemos hacen de nuestra experiencia algo íntimo, un recorrido que nos deja miles de sensaciones, desde las mas idílicas hasta aquellas de insatisfacción que nos hacen volver a la primera etapa de esta travesía, es importante aclarar que la experiencia no depende del libro, sino del lector.
Las personas que tenemos la adicción o interés por la lectura suplimos una necesidad mucho mas profunda, logramos alimentar nuestra mente, creamos nuevos mundos, nuevas instancias de vida, imaginamos cada personaje y cada escenario a nuestro acomodo, crecemos, aprendemos y nos sometemos a estar vulnerables frente a miles de sentimientos y sensaciones, es increíble que existan personas que se priven de esta experiencia teniendo la oportunidad de hacerlo.  
Las últimas dos sensaciones van de la mano, es imposible tener una experiencia increíble, sentir emoción hasta las lágrimas con un libro y no ser capaces de decirlo a otras personas, de querer contagiarlo, de necesitar comentar y emocionarse con otros sobre cada rasgo que hizo de nuestra experiencia, una real travesía. Es ese sentirse colmado y satisfecho que en muchas ocasiones hace que nosotros inspiremos en otras personas esa insatisfacción, esa necesidad de encontrarse con un alma que te haga sentir una experiencia increíble, un placer inamovible para continuar con la cadena y contagiarlo a los demás. 
La sensación de placer es temporaria pero fácilmente renovable, y eso depende del recuerdo que nos genere una lectura, es esa relación entre nuestros afectos y lo que leemos que nos permite concretar un recuerdo, que en su etimología se refiera a pasar nuevamente por el corazón, es ahí donde queda la sensación de placer y esa inminente necesidad de contagiarlo.
Espero que este escueto análisis de nuestra travesía por la lectura les haya gustado, y se sientan identificados con muchas de las etapas de este camino, la intención es poder ilustrar un poco el recorrido para hacernos conscientes del increíble itinerario que implica la lectura.
Nos leemos el próximo domingo con mas historias por contar, no se olviden de compartirlo y comentar sobre esta experiencia que tantos disfrutamos.
PD. Espero les haya gustado la ilustración del inicio, quedo muy tierna :D










   

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